Extraño recorrido
De los sueños mal dormidos
Que se esconden
De los soñadores
De la rueda del destino
Que alimenta los caminos
Solo quedan
Los campos de roble.
Y en las horas del periplo
Cuanto más pierdo el olvido
Solo se escuchan
Las oraciones.
De gente mirando al cielo
Con los ojos más sinceros
Pidiendo ya una respuesta
Que no llega
Y se hunde en la miseria.
Sonríele a la vida
Solo cuando ella te pida
Que le des la espalda
Si sigues cada camino
Guiado por los nichos
De aquella madrugada.
Y que le cante al sol
Al mediodía
Todas aquellas nanas
Que nunca se olvidan.